El mantenimiento de Villa Indiano está en manos de Pablo Vicente y con un jardín tan grande y un edificio de cien años de antigüedad… hay siempre mucho que hacer. Es Pablo quien cuida de que el jardín y también el interior de la villa estén siempre en perfecto estado.
En el equipo de Villa Indiano cada uno tiene su área, su especialidad… pero viendo a Pablo, es difícil decir de qué se encarga. Un día le vemos cuidando del césped; otro, poniendo masilla y pintando; otro día, arreglando el wifi o el sensor del grifo del lavabo.
Sí, el mantenimiento de Villa Indiano está en manos de Pablo Vicente y como podéis imaginar, en un sitio con un jardín tan grande y con un edificio de cien años de antigüedad… hay siempre mucho que hacer.
Pablo nos cuenta que, aunque su principal afición es la bici, también le encanta el bricolaje. Una curiosidad innata le ha llevado siempre a tratar de saberlo todo sobre el funcionamiento de cualquier tipo de máquina, por eso es capaz de arreglar todo aquello que se estropee… Sea lo que sea. Y si no sabe cómo hacerlo, lo averigua.
En realidad, él se formó en automoción y hasta ahora había trabajado de mecánico, de asesor técnico, como jefe de taller… Los coches son lo suyo, pero de su trabajo en Villa Indiano reconoce que lo que más le gusta es estar en medio de la huerta… donde no se escucha el tráfico de la ciudad.
Su lugar favorito de Valencia es el cauce del Turia, ideal para hacer deporte -nos dice.
Pues ahora ya lo sabéis, es Pablo quien cuida del jardín de Villa Indiano y también de que el interior esté siempre en perfecto estado.
Para terminar os lanza esta sugerencia: «Cuando vengáis, a parte de disfrutar de la gastronomía, que aquí se come genial, observad los suelos hidráulicos del interior de la villa y las tallas de los techos. A mi me encantan»