En abril de 1971, Gil Scott Heron cantaba “The Revolution Will Not Be Televised”, en referencia al mismo slogan que el Black Power estadounidense había empleado la década anterior para denunciar que el discurso y uso de los medios de comunicación de masas se encontraba copado por los poderes tradicionales, por lo que nunca servirían a los movimientos sociales que reclamaban sus derechos. Décadas después, con la revolución de Internet, el paradigma parece haber cambiado. Las redes sociales han posibilitado que la ciudadanía se comunique con una audiencia trasnacional de modo masivo. Además, su uso en las revueltas sociales de los últimos tiempos las ha situado como herramientas capaces de impulsar el cambio social.

Sin embargo, este análisis supone dos riesgos. Por un lado, invisibiliza los esfuerzos de la sociedad civil que participa activamente en política, ya sea institucional o informalmente. Por otro lado, las visiones más optimistas pueden mermar la crítica a los riesgos de estas plataformas.

«La revolución no será twitcheada» pretende abordar precisamente estas limitaciones de Internet para el cambio social.

Junto con David Hernández Ruiz (VLCTechHub) y Dafne Calvo (Mediaflows), bajo la moderación de Andrea Natalia Naranjo Chávez (Critical Switch) trataremos cuestiones como la concentración corporativa, las consecuencias del diseño en la experiencia del usuario y la apropiación conservadora de las redes, pero también posibles soluciones a este escenario actual del mundo digital.